Es la segunda parte de la novela
Don Quijote de la Mancha escrita por
Miguel de Cervantes.
Se había escrito una continuación de la primera parte, pero por otro autor, que al ver el éxito de la novela de Cervantes, decide continuarla. A esta obra apócrifa se la conoce con el nombre de Quijote de Avellaneda.
Al enterarse, Cervantes comienza con la creación de la segunda parte de su novela, que obviamente, triunfa en el mercado, al igual que la primera.